jueves, 20 de abril de 2017

Caso Tamara de Anda



                                   CASO TAMARA DE ANDA

1.- Investigar los hechos
El miércoles pasado  22 de marzo del 2017 Tamara de Anda, conocida en la red como Plaqueta, contra un taxista que le grito “guapa” cuando ella iba caminando por la calle.
“¡Guapa!”, fue el grito que Tamara de Anda escuchó mientras caminaba por una calle de la delegación Cuauhtémoc en la Ciudad de México. La bloguera notó que había sido un taxista quien lanzó el piropo. “Nadie te pidió tu opinión”, le respondió. El hombre dijo que el comentario no era para ella, con tono burlón, según cuenta la escritora en su columna en el medio Mas por más. De Anda pidió el apoyo de un policía de tránsito quien llevó el caso a un Juzgado Cívico, donde el hombre fue procesado por una falta administrativa. Él, al rehusarse a pagar una multa, pasó una noche en el centro de detención, conocido como el torito.
De Anda, conocida como Plaqueta, relató lo ocurrido tanto en su cuenta de Twitter como en sus columnas en Mas por más y El Universal. Su apodo se convirtió en trending topic la semana pasada y su caso despertó un debate en redes sobre la posibilidad de denunciar un piropo como una forma de acoso callejero.

2.- Hacer un análisis de los diversos elementos que son necesarios para debatir el tema.
Vejar: del Diccionario de la Lengua española: maltratar, molestar, perseguir a alguien, humillación
Otras definiciones como: denigrar, ofender, maltrato, hacer sufrir, tratar mal, denigrar.
Cuando tomamos en cuenta que la vejación es una forma de molestar decimos que hay una irrupción.
Guapa: Se conoce como guapa al adjetivo femenino que califica a una mujer físicamente atractiva, bonita, atrayente, agradable.
En principio, es un término que guarda una estrecha relación con el aspecto exterior de una mujer, con figura estilizada, esbelta, garbosa. Es una evaluación de la belleza física.
Cosificación: Consideración de una persona como cosa. Cuando a un ser vivo, lo tratamos como una cosa, despreciando e ignorando sus sentimientos y emociones, decimos que lo estamos cosificando. Si bien puede ocurrir esto, siendo el sujeto pasivo un vegetal o un animal; en general se aplica cuando se hiere la dignidad, pensamientos y emociones del ser humano, por lo tanto ver así a la mujer es denigrarla. La cosificación es un contexto histórico-social.
Piropo: Lo habitual es que los piropos halaguen la apariencia física de una persona. En algunos casos, incluyen un componente sexista y ofensivo, lo que puede hacer que la mujer sienta que la están acosando.

Acoso físico: es otra de las formas de acoso más comunes y consiste en persecución intrusiva constate. Los actos del acosador pueden parecer inocuos fuera de contexto pero se ven claramente como amenazas serias cuándo se observan dentro del contexto en el que están sucediendo. Cuándo la constancia y frecuencia de los actos de acoso se convierten en algo realmente molesto, incluso una simple llamada de teléfono puede atemorizar a la víctima.

Acoso sexual:   Desde 2007 es reconocido como una Figuera jurídica gracias a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV). “Es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos”

Acoso visual: Mirar insistentemente a una mujer, o hombre sin que estas personas den motivo alguno para que lo acosen de esa manera. El cual puede llegar a ser un delito.

Violencia sexual: es aquella que se manifiesta con agresiones a través de la fuerza física, psíquica o moral, rebajando a una persona a condiciones de inferioridad, para implantar una conducta sexual en contra de su voluntad. Este es un acto cuyo objetivo es someter el cuerpo y la voluntad de la víctima.

Hostigamiento sexual: De acuerdo con la LGAMVLV “es el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de la victima frente al agresor en los ámbitos laborales y/o escolar. Se expresa en conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de connotación lasciva.”


3.- ¿Desde qué perspectiva epistémica abordaras el tema?
Desde la perspectiva de género, ya que desde esta perspectiva el análisis del caso lo centro en las características de las relaciones de género y de manera explícita critica la condición de las mujeres y su posición  de desventaja debido a la organización social estructurada en la desigualdad basada en diferencias sexuales y con ello los mecanismo de poder ancestralmente establecidos por el hombre mismo.

4.- Conclusión
Nuestra sociedad se a vuelto en una serie de costumbres ancestrales establecidos como patrones normales donde ratifican su poder sobre la mujer. La mujer siempre a sido considera como un objeto sexual, donde el hombre considera tener el derecho de hacerla sentir de su propiedad y por lo tanto aguantar toda clase de violencia, verbal, visual, psicología y física.

Considero que todas estas costumbres han rebasado los límites y las intenciones, el piropo en el pasado era una forma de halagar a las mujeres, pero esta costumbre se ha desvirtuado, por lo tanto ahora se ha convertido en acoso sexual callejero.

Un hombre extraño supone que nos debemos de sentir halagadas cuando nos griten algo sobre nuestro cuerpo. No solo absolutos extraños creen que es apropiado mostrarse sexuales hacía cualquier mujer, sino el acoso está cimentado en la idea de que es permitido decirles a cualquier mujer lo que quieran o cuando quiera, a través del “piropo” que es una forma de hacerles saber a la mujer que esta ocupando un espacio que no es de ella, ya que los hombres sienten que la calle es un territorio masculino.

El piropo es el reflejo de una sociedad patriarcal, el hombre se siente con derecho a opinar sobre el cuerpo de la mujer. No tiene miedo a ella y eso se evidencia en que cuando una mujer va acompañada de otro hombre por la calle no te echan piropos. Hay sentimientos de propiedad, de creer que pueden irrumpir en el espacio de cualquier mujer porque tu cuerpo está sexualizado y el del hombre no.


Una frase ofensiva, una mirada lasciva o un toque sexual, son experiencias de todos los días cuando se trata de trasladarse a la escuela o a trabajo lo que hace que las mujeres experimentemos impotencia, miedo, incertidumbre, menosprecio; les afecta su dignidad. El acoso sexual contra la mujer inicia con miradas lascivas o con frases de contenido sexual expresadas de manera ofensiva, ocasionando con ello un daño o sufrimiento psicológico.



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